ES - Greenpeace Chile da un duro golpe a la industria salmonera en la Patagonia

LYFtv-Environnement Date d'inscription : 09/10/2017

La emoción continúa. Las comunidades Kawéskar, guardianes de los canales desde hace 6 mil años, le dieron un duro golpe a la industria salmonera en la Patagonia.

El 80% de los permisos para cultivo de salmón que están en trámite en la Región de Magallanes quedaron completamente congelados hasta nuevo aviso.

Miles de personas se convirtieron en guardianes de los mares y los habitantes de la zona austral de Chile sintieron su compromiso. Ahora, vamos a seguir trabajando para que las concesiones de salmonicultura queden suspendidas para siempre.

Este es un triunfo ¨de David contra Goliat¨ y lo conseguimos juntos. Gracias al apoyo que recibimos pudimos estar cerca de las comunidades y acompañarlas para conseguir este gran avance. Es una victoria para sus tierras, su mar y su futuro. Es lo que merece la naturaleza chilena.

Sin dudas, este logro se lo debemos a las comunidades Kawésqar. Son un verdadero ejemplo de coraje y perseverancia. Presentaron dos solicitudes de Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO) y no descansaron hasta que hicieron posible la protección de un patrimonio medioambiental único.

Ahora, estamos más cerca de evitar que se repita la crisis ambiental que vivimos en los mares de la Región de Los Lagos.

Por eso, siento que el viaje del rompehielos Arctic Sunrise de Greenpeace al sur de nuestro país no fue en vano. Fuimos junto al biólogo marino y oceanógrafo Ernesto Molina para documentar y alertar sobre los impactos de la salmonicultura, y la biodiversidad que está en riesgo. Y llegamos hasta el seno Skyring, donde se concentra gran parte de la expansión de la cría de salmones en los mares patagónicos.

A pesar de todo, sabemos que la industria salmonera va a contraatacar. No se rendirá fácilmente. Pero estamos preparados para trabajar aún con más fuerza.

Tenemos que conseguir su protección definitiva. Y solo podremos hacerlo junto a ti. Ayúdanos con tu aporte.

Un abrazo.

Estefanía González